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Sobre diluvios (14): Un anexo sobre los restos del arca

02.07.2025 00:00
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Tras repasar los paralelismos entre la climatología actual y la de hace varios milenios cuando nacieron tantos relatos sobre diluvios (incluido el de Noé), ahora me tocaría volver a la serie que dejé aparcada sobre el posible diseño inteligente del universo y cuestiones relacionadas.

Pero durante la serie sobre diluvios se han publicado artículos sobre nuevas noticias acerca de los restos del arca de Noé en el Ararat. Así que me parece oportuno tratar esa cuestión ahora.

 

Sobre lo que hasta ahora se especulaba

Hasta ahora todas las especulaciones realizadas sobre el conglomerado en Ararat se han basado en la forma, que sugiere con firmeza la huella de algún barco. Y es que tanto la forma, las dimensiones y el lugar donde se encuentra evocan la idea del “Arca de Noé”. Sobre la probabilidad de que el conglomerado del Ararat sea la huella dejada por el arca de Noé ya hice una pequeña serie en la que con varias estimaciones razonables y sencillos cálculos concluía que había más probabilidad que el conglomerado en Ararat tuviese relación con el arca de Noé que el que la partícula detectada por el CERN en 2012 fuese realmente el bosón de Higgs.

 

 La novedad en las investigaciones

Lo novedoso de los últimos estudios realizados por investigadores estadounidenses es que han realizado escaneos para “bucear” bajo tierra y análisis comparativos de la composición del suelo bajo el conglomerado y también del suelo del entorno.

 

Lo que hay bajo tierra

La información que aportan los escaneos bajo tierra es bastante interesante:

A una profundidad de unos 6 metros bajo tierra se detecta un pasillo de unos 70 metros de largo, y estructuras con formas angulares que hacen pensar en habitaciones. Es interesante el comentario del que dirige los estudios, Andrew Jones: "La presencia de pasillos y estructuras similares a habitaciones apunta a un origen artificial para la forma del barco".

También se puso de manifiesto que el “armatoste” (o lo que sea, si no es el arca) que se encuentra debajo de la superficie tiene unos 157 metros (Recordad las medidas del arca: “Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura” (Génesis 6:15. En metros son unos 155 por 26 por 15).

 

Lo diferente del suelo

Por otra parte, los análisis del suelo también aportan información muy interesante, aunque no apunten tan claramente a un objeto artificial como el arca. Pero sí respaldan la idea de que algo inusual se encuentra bajo la “formación Durupinar”, como se conoce el conglomerado con forma de barco que asociamos con el arca de Noé (el nombre proviene del apellido del capitán del ejercito turco que descubrió la formación mientras analizaba unas fotos aéreas de un mapeo geográfico de la OTAN).

Jones informó que la zona bajo la formación Durupinar contiene casi el triple de carbono que las zonas colindantes (2,72 veces más carbono). La explicación que da Jones a esta distinta tasa de carbono es que "La madera antigua podrida dentro del área en forma de barco probablemente esté creando un microambiente de suelo localizado al disminuir el pH, aumentar la materia orgánica y elevar el potasio" (Aunque no he leído que lo dijera Jones, lo que está claro es que, a mayor materia orgánica, más cantidad de carbono, puesto que en general, la mitad de los componentes de los materiales orgánicos son carbono).

 

“Donde dije digo, digo Diego”

Anteriormente me decanté por la idea de que lo que hay en el conglomerado del Ararat era la huella dejada por el arca, puesto que la madera posiblemente fuese reutilizada por habitantes de la zona. Pero a la luz de los descubrimientos de Jones y su equipo, la que parece más viable es la hipótesis que planteaba el Dr. Randall Price, que el arca aún se encuentra en la cima, pero enterrada.

Dado que corregir es de sabios (cuando hay razones o nuevas informaciones que demandan replantear el asunto), procuraré no ser necio y decantarme ahora porque los restos del arca aún están bajo la formación Durupinar. Bueno, quizás no me equivocaba del todo, pues tras tantos milenios bajo tierra ya no quedará madera, sino sus restos descompuestos, con lo cual bien podríamos decir que lo que allí queda es la huella dejada por el arca de Noé.

 

La noticia en jpost.com (También en este otro artículo)

 

(El 29/06/2025 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos.)

 

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