Siglo I.- Primer registro histórico de asistencia social a necesitados.

A partir de la crisis del 2008 el porcentaje de españoles en riesgo de pobreza comenzó a subir, poco a poco al inicio, pero más pronunciadamente a partir del 2014. Ya sabemos que la estadística es útil, aunque muchas veces engañosa. Tanto por la utilización interesada que de ella se suele hacer como por las características intrínsecas de los parámetros que se suelen definir para poder generar una imagen mental que se aproxime a la realidad. En cualquier caso, si observas el gráfico de porcentaje de españoles en riesgo de pobreza, veras que una quinta parte de la población está en riesgo de pobreza.

^{Gráfico obtenido del informe del “Estado de la pobreza en 2023” en España,
de la web de EAPN (European Anti Poverty Network).}

Afortunadamente, en España disponemos de bastantes recursos de ayudas sociales que intentan paliar la situación de los más desafortunados, cosa que no siempre ha sido así. Esto me lleva a recordar el precedente de asistencia social que encontramos en la Biblia, en la primera epístola de Pablo a Timoteo, capítulo 5 y versículos desde el 3 hasta el 10, donde Pablo da instrucciones a Timoteo para que la viudas sean atendidas por la iglesia, pero cuidando de que no haya abusos.

Claro está que dista mucho de lo que hoy día conocemos. Pero al menos es precursor de lo que a través de organizaciones cristianas (principalmente) y también de la caridad de particulares, culminó hacia el siglo XIX en los sistemas de previsión social que son habituales hoy día en nuestras sociedades occidentales. Y creo que esto fue posible gracias a la imperceptible influencia de valores Bíblicos como el que vemos en el texto que os traigo hoy. Influencia que a través de siglos fue calando en las conciencias de la sociedad hasta culminar en el convencimiento casi universal que hoy día tenemos (creyentes o no creyentes) de que ningún conciudadano debe ser dejado a su azar cuando carezca de fuerzas o recursos. ("... amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios" [Jesús, en Marcos 12:33]).

El llamamiento a la caridad para con los necesitados es una constante en todo el Nuevo Testamento. Considero que esto no es una novedad para ningún lector. Lo particular del texto en la 2ª epístola de Pablo a Timoteo es que no se trata de un llamamiento genérico para ayudar a personas necesitadas. No, se trata de un conjunto de condiciones concretas y constatables que definían sin lugar a dudas o controversias las personas que debían ser atendidas con cargo a la comunidad.

Véase a continuación un extracto de los versículos que enumeran las condiciones que debía reunir la viuda para acceder al mantenimiento y cuidados a cargo de la comunidad cristiana presidida por Timoteo:

1Ti 5:3 Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia
...
1Ti 5:5 Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día.
...
1Ti 5:9 Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido,
1Ti 5:10 que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.

Hasta tal punto está "objetivizado" el sistema de asistencia a las viudas, que las que reunían los requisitos se inscribían en una "lista de viudas"  (inicio del versículo 5:9) a cargo de la comunidad cristiana.

Quizás desde nuestra óptica del siglo XXI tengamos la tentación de pensar que eran condiciones muy restrictivas. Pero hay que tener presente tanto el contexto histórico (en aquella época esto ya era un tremendo avance en comparación con otras sociedades) como las posibilidades reales de aquellas pobres comunidades cristianas: "más vale ser riguroso y priorizar las necesidades, que no alentar esperanzas vanas, imposibles de ser atendidas".

El informe de EAPN 

El Texto de 1ª Timoteo 5:3-10.-

Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

Sea puesta en la lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.
 

^{(El 23/01/2024 todos los enlaces incluidos en este post estaban activos.)}

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