Otro “granito” viene a apoyar a los compañeros con los que ya conforman el tremendo granero de evidencias arqueológicas sobre las que se sustenta la historicidad bíblica.
Se trata de una pequeña pesa de las que se utilizaban en la época del primer templo para la comprobación de las contribuciones al templo.
Como ya he explicado en otros posts, no todos los descubrimientos arqueológicos tienen la misma importancia. Pero ninguno es despreciable, puesto que pequeños objetos como esta pesa ayudan a entender y entroncar las narraciones bíblicas en sus contextos y escenarios; tal como la protagonizaron los israelitas de aquellas épocas.
La pesa se encontró entre escombros provenientes de las excavaciones en los cimientos del Muro de la Lamentaciones.
Eli Shukron, el arqueólogo director de las excavaciones, explicó que algunas pesas similares ya se encontraron antes, pero ninguna hasta ahora llevaba impreso el nombre de la unidad de medida: “becá”. Esta era una medida que se correspondía con medio siclo (o shekel, en hebreo).
Esta medida también se utilizó antes de la construcción del primer templo. Cuando el pueblo de Israel construyó el Tabernáculo, ya utilizarón las contribuciones de medio siclo de plata de los varones de 20 años en adelante:
Puedes leer detalles sobre esa contribución en Éxodo 38 (Copio de la versión Valera 1960):
(v.21) "Estas son las cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, las que se hicieron por orden de Moisés por obra de los levitas bajo la dirección de Itamar hijo del sacerdote Aarón. [...] (v. 25) Y la plata de los empadronados de la congregación fue cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario; (v.26) medio siclo por cabeza, según el siclo del santuario; a todos los que pasaron por el censo, de edad de veinte años arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta".
He especificado que copio de la versión Valera 1960, porque es la versión que habitualmente utilizo en las referencias bíblica que incluyo en los posts (por ser muy muy buena versión, y por estar habituado a ella desde mi juventud [es recomendable mantenerse fiel a una versión, puesto que facilita mucho el manejarse entre los diferentes pasajes bíblicos y localizarlo cuando precisas encontrarlos]).
Pero esta versión, como la mayoría, no incluye la palabra original en hebreo, sino que realiza una traducción “parafraseada”. En el original no indicaba “medio siclo”, sino un becá.
La versión de las Américas (LBLA) incluye tanto además del “parafraseo”, la palabra original: “… un becá por cabeza, o sea medio siclo, según el siclo del santuario, por cada uno de los que fueron contados de veinte años arriba, por cada uno de los seiscientos tres mil quinientos cincuenta” (Éxodo 38:26).
La incongruencia bajo nuestro punto de vista, claro, tres milenios más tarde. Pues lo que me llama la atención es que, a pesar de que en el original hebreo se especifica que cada varón de igual o más de 20 años debía aportar un becá, en realidad no disponían de monedas de becá. Recuerda: lo que se ha encontrado no es una moneda, sino una pesa. En realidad, las primeras monedas con el peso del becá se acuñaron en el siglo V antes de Cristo (unos mil años más tarde que la construcción del tabernáculo. Lee en el del final del post).
Pues bien, la aparición de esta pesa, y justo cerca del templo, es lo que ayuda a entender el contexto en el que se desarrollaba la vida de los israelitas. El mismo Eli Shukron explica en un comunicado de prensa: “Cuando el impuesto de medio shekel (siclo) fue llevado al Templo durante el período del Primer Templo, no había monedas (de becá), por lo que utilizaron lingotes de plata. Para calcular el peso de estas piezas de plata, las pondrían en un lado de las balanzas y en el otro lado colocaron el peso becá”.
Bueno, me imagino que no era preciso que llevasen la plata de su contribución personal en lingotes, aunque fuesen pequeñas barritas de plata. Porque de lo que sí disponían en aquellas épocas era del “gera” (Se lee en Éxodo 30:13.- “Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová”).
Pero la existencia de una moneda fraccionaria no eliminaba la necesidad de utilizar pesas para comprobar la corrección de las contribuciones. Esto era la consecuencia negativa del uso de monedas de valor intrínseco, es decir, que valían lo que representaban. Las monedas actuales “no valen lo que representan”. Son unas “mentirosas” que se aprovechan de nuestra confianza en el sistema monetario. Medio billete de 50€ no vale 25€. Vale 0€.
En cambio, las monedad de aquella época valían lo que representaban, puesto que su valor se correspondía con el peso del metal con el que estaban acuñadas. Y un siclo de plata valía los 11 gramos y pico que pesaba. De ahí vienen las historias de algunos banqueros que limaban un poquitín las monedas para poder juntar metal extra con el que poder fabricar nuevas monedas.
Y también de ahí la necesidad de comprobar antiguamente el peso de las monedas, pues más de una seria fraudulenta por falta de peso.
Según lo explicado, lo que pudiera parecernos extraño hoy día a nosotros ("facturar" en peso de metal, y no en unidades monetarias), para los antiguos israelitas era de lo más lógico, puesto que evitaba la pérdida económica consecuente al fraude en el peso de las monedas o el simple deterioro por el mucho uso.
Vistos así los hechos, ya no sorprende el mandato bíblico de contribuir a los gastos del culto, no con una determinada moneda (lo cual sí hubiese sido posible especificado 10 geras), sino con una medida de peso: el becá. Y es que en el fondo lo que interesaba a los recaudadores era el peso total de plata y no tanto la cantidad total de geras que se podrían haber recaudado, puesto que bien por desgaste o por fraude, la cantidad de plata podría ser bastante inferior al peso teórico de las monedas.
Y puesto que el destino de esa contribución de medio siclo era para el templo (inicialmente para el tabernáculo), lo lógico sería encontrar estas pesas en los restos del templo o alrededores, como así ha sido, según ha explicado el arqueólogo Shukron.
Nota: La contribución del medio siclo no era solamente para la construcción inicial del tabernáculo. Evidentemente, el primer uso que se le dio a esa contribución fue para la construcción del tabernáculo. Pero cuando se instituyó esa contribución en Éxodo 30:11-16, ya se especificó que sería para siempre (… y será por memorial a los hijos de Israel… [versículo 16]). Por otra parte, hasta el mismo Jesús la pagó. Véase en Mateo 17:24-27 (Un estatero de tiempos de Jesús equivalía a un siclo, o también a 4 dracmas de su misma época. Por eso dijo Jesús a Pedro: "...hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti" [versículo 27])
Un pequeño objeto, pero con la suficiente entidad como para ayudarnos a visualizar y comprender los hábitos de los israelitas. Y, claro,también para apuntalar aún más la historicidad de la Biblia.
La noticia en israelnoticias.com
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